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Fotos EL COMERCIO
Las explosiones y los bramidos son un gancho para los visitantes. A diario se realizan viajes a los miradores, en ‘chivas’. Está activado un plan para proteger a los turistas que visitan el cantón.
Por las noches, el Tungurahua expulsa bloques anaranjados. La incandescencia ilumina el cráter. Luego se escuchan estruendos. Los bramidos son intensos.
“Esto es un espectáculo. Es grandioso, es único”, decía emocionado el polaco Sergio Pallwak, mientras miraba al volcán desde el sector Bellavista, cerca de la comuna Runtún.
Este lugar es uno los seis miradores que existen en Baños. Los otros son Los ojos del volcán, Pondoa, Lligua, La Virgen y la Casa del árbol.
En este cantón, ubicado a 40 minutos de Ambato, las emisiones de ceniza y bloques incandescentes atraen a turistas nacionales y extranjeros.
Se estima que desde que se inició la reactivación, el pasado 1 de enero, hasta ayer, más de 1 000 personas subieron a los miradores. 60 operadoras ofrecen viajar a estos lugares, donde los caminos son sinuosos.
En Bellavista hay pocos árboles. En la noche del miércoles, se podía mirar las estrellas. No había bruma. Pallwak, de 27 años, gritó “apaguen esos celulares”.
Él llegó a Baños, el lunes, con sus compañeros de universidad. Viajaron atraídos por el espectáculo natural que ofrece el volcán.
El guía Luis Córdova, en su ‘chiva’ Mocambo, recogió a él y a su grupo, a las 21:00, para llevarlos al mirador. Otros 25 pasajeros se subieron al carro pintado de azul, verde y amarillo, en el camino.
Miguel Egas es otro turista que viajó de Guayaquil. Escogió Baños para su despedida de soltero. Como parte de su fiesta, él y sus amigos fueron a ver al volcán.
Consumió más de una canela, una bebida caliente que se prepara con azúcar, té de hierbas y un poco de licor. “La farra que se arma es buena. El Tungurahua es un atractivo hermoso”.
En la ‘chiva’ también viajaron Jorge Albú y su esposa, Solange Aguilera. Mientras visitaban a la madre de Albú, en Tena, se enteraron que el volcán se reactivó.
Ellos viven desde hace 10 años en Estados Unidos. “Hemos visto este fenómeno natural en la televisión. Por eso vinimos lo más pronto acá para admirar al Tungurahua de cerca”.
La pareja se enteró de estos viajes por Internet. A través de anuncios en varias páginas se detalla el costo de cada ‘tour’.
A diario se realizan tres viajes a los miradores. Los tours son a las 18:00, 21:00 y 23:00.
En cada uno lleva a 30 personas. El costo es de USD 3. Para mirar el volcán, algunos turistas pernoctan en los miradores.
Las operadoras cobran USD 50. El valor incluye comida, carpas, ‘sleepings’ y transporte.
Uno de los lugares más buscados para pasar la noche es la Casa del árbol, a 5 km del sector Bellavista. Este mirador es el más cercano al coloso.
Hay un asadero cubierto con techo de zinc. En un árbol de motilón, de 17 m de alto, hay una pequeña casa de madera.
En sus ramas cuelgan dos columpios. Carlos Sánchez, el propietario, dijo que a diario llega un promedio de 80 personas. La entrada no tiene costo.
Enrique Mayorga, director del Departamento de Turismo del Municipio de Baños, señaló que los sábados y domingos el cantón reciben a un promedio de 5 000 personas. De lunes a viernes, llegan unos 2 000 turistas.
“El turismo en los alrededores del volcán es totalmente seguro. Luego de 10 años de actividad del Tungurahua, ya hemos aprendido a convivir con el miedo”.
Los miradores están en lugares altos y alejados de las zonas de riesgo. El Comité de Operaciones de Emergencia de Tungurahua (COE) tiene listo un plan para ayudar a los turistas.
Al parecer, eso le importa poco al polaco Pallwak. Para él, el temor es insignificante frente a la satisfacción de ver un fenómeno natural incomparable. “Yo viviría feliz aquí. Me quedaría muchas horas contemplando al volcán”.
Otras opciones
“Esto es un espectáculo. Es grandioso, es único”, decía emocionado el polaco Sergio Pallwak, mientras miraba al volcán desde el sector Bellavista, cerca de la comuna Runtún.
Este lugar es uno los seis miradores que existen en Baños. Los otros son Los ojos del volcán, Pondoa, Lligua, La Virgen y la Casa del árbol.
En este cantón, ubicado a 40 minutos de Ambato, las emisiones de ceniza y bloques incandescentes atraen a turistas nacionales y extranjeros.
Se estima que desde que se inició la reactivación, el pasado 1 de enero, hasta ayer, más de 1 000 personas subieron a los miradores. 60 operadoras ofrecen viajar a estos lugares, donde los caminos son sinuosos.
En Bellavista hay pocos árboles. En la noche del miércoles, se podía mirar las estrellas. No había bruma. Pallwak, de 27 años, gritó “apaguen esos celulares”.
Él llegó a Baños, el lunes, con sus compañeros de universidad. Viajaron atraídos por el espectáculo natural que ofrece el volcán.
El guía Luis Córdova, en su ‘chiva’ Mocambo, recogió a él y a su grupo, a las 21:00, para llevarlos al mirador. Otros 25 pasajeros se subieron al carro pintado de azul, verde y amarillo, en el camino.
Miguel Egas es otro turista que viajó de Guayaquil. Escogió Baños para su despedida de soltero. Como parte de su fiesta, él y sus amigos fueron a ver al volcán.
Consumió más de una canela, una bebida caliente que se prepara con azúcar, té de hierbas y un poco de licor. “La farra que se arma es buena. El Tungurahua es un atractivo hermoso”.
En la ‘chiva’ también viajaron Jorge Albú y su esposa, Solange Aguilera. Mientras visitaban a la madre de Albú, en Tena, se enteraron que el volcán se reactivó.
Ellos viven desde hace 10 años en Estados Unidos. “Hemos visto este fenómeno natural en la televisión. Por eso vinimos lo más pronto acá para admirar al Tungurahua de cerca”.
La pareja se enteró de estos viajes por Internet. A través de anuncios en varias páginas se detalla el costo de cada ‘tour’.
A diario se realizan tres viajes a los miradores. Los tours son a las 18:00, 21:00 y 23:00.
En cada uno lleva a 30 personas. El costo es de USD 3. Para mirar el volcán, algunos turistas pernoctan en los miradores.
Las operadoras cobran USD 50. El valor incluye comida, carpas, ‘sleepings’ y transporte.
Uno de los lugares más buscados para pasar la noche es la Casa del árbol, a 5 km del sector Bellavista. Este mirador es el más cercano al coloso.
Hay un asadero cubierto con techo de zinc. En un árbol de motilón, de 17 m de alto, hay una pequeña casa de madera.
En sus ramas cuelgan dos columpios. Carlos Sánchez, el propietario, dijo que a diario llega un promedio de 80 personas. La entrada no tiene costo.
Enrique Mayorga, director del Departamento de Turismo del Municipio de Baños, señaló que los sábados y domingos el cantón reciben a un promedio de 5 000 personas. De lunes a viernes, llegan unos 2 000 turistas.
“El turismo en los alrededores del volcán es totalmente seguro. Luego de 10 años de actividad del Tungurahua, ya hemos aprendido a convivir con el miedo”.
Los miradores están en lugares altos y alejados de las zonas de riesgo. El Comité de Operaciones de Emergencia de Tungurahua (COE) tiene listo un plan para ayudar a los turistas.
Al parecer, eso le importa poco al polaco Pallwak. Para él, el temor es insignificante frente a la satisfacción de ver un fenómeno natural incomparable. “Yo viviría feliz aquí. Me quedaría muchas horas contemplando al volcán”.
Otras opciones
En Baños también se puede practicar canoping, rafting, ciclismo de montaña… Hay varios sitios para estos deportes.Otro atractivo del cantón son las aguas termales. Son curativas. La farra por las noches es otra alternativa para el turista.
Las carreteras que comunican a Baños con los miradores son lastradas. Hay buena señalización en todo el trayecto.
En este cantón hay 130 lugares para hospedarse. El hospedaje cuesta entre USD 5 y 200.
No deje de visitar la iglesia de la Virgen de Agua Santa de Baños. Allí están ilustrados los milagros de la santa.
No deje de visitar la iglesia de la Virgen de Agua Santa de Baños. Allí están ilustrados los milagros de la santa.
Para mirar al Tungurahua hay que contratar guías. Existen zonas que son inseguras.
Las melcochas son el dulce típico de Baños. En los restaurantes se ofrece comida nacional.
Lleve mascarilla
Para ir a los miradores debe llevar ropa cómoda y abrigada. También se recomienda llevar agua y galletas.
Hasta el momento no se ha registrado caída de ceniza en Baños. Sin embargo, por seguridad, lleve una mascarilla.
En Baños hay 14 ‘chivas’. Cada una ofrece tres viajes diarios a los miradores para mirar al volcán.
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