viernes, 30 de abril de 2010

Ecuador construirá el primer aeropuerto ecológico en la isla Baltra

Ecuador ha anunciado la construcción en Galápagos del primer aeropuerto ecológico del mundo. Teniendo en cuenta lo que contamina cada avión y la cantidad de aviones que cada día surcan los cielos, no parece que un aeropuerto ecológico vaya a suponer un gran aporte. Sin embargo, parece que es la primera vez que se hace algo así y desde luego toda construcción sostenible, sea un aeropuerto o un edificio de oficinas es positiva.

El aeropuerto, que estará listo en 2011, se llamará Ecogal, se levantará sobre un área de nueve mil metros cuadrados en la isla de Baltra con una sola planta y su costo total será de 20,5 millones de dólares.

El sistema de aire acondicionado (un agujero de consumo eléctrico teniendo en cuenta los amplios espacios con que ha de contar un aeropuerto) funcionará con energía solar y eólica. Se utilizarán materiales “básicamente favorables a la conservación del medio ambiente” y el diseñó estará encaminado al ahorro de energía.

Las obras comenzarán una vez finalicen los estudios de impacto ambiental y constarán de tres fases: terminal aeroportuaria, duplicación de la plataforma existente actualmente y pista de despegue y aterrizaje.

Los techos serán construidos con material refractario para disminuir la temperatura interior, las paredes se levantarán con elementos y pinturas que requieran baja iluminación, el agua será reciclada y la energía para iluminación provendrá de placas. Además, los responsables afirman que el mismo proceso constructivo se hará de manera que “no afecte al frágil ecosistema de las llamadas islas encantadas“, pero no han precisado más detalles, aunque sí señalan que el ensamblaje de las distintas partes de la estructura de la terminal se realizará en Ecuador y no más lejos, para acortar transporte.

Fuente: Ecoperiódico

martes, 27 de abril de 2010

Refugio natural de vida silvestre

Redacción Guayaquil - Herrera Gallego Diego Rodrigo
El morro: Santuario para el descanso

El avistamiento de delfines “nariz de botella” y el Santuario de Aves, una isla donde anidan más de 3 mil fragatas, convierten a este paradisiaco lugar en un destino turístico de temporada inolvidable


A quince minutos del cantón Playas y a hora y media de Guayaquil se levanta la parroquia El Morro, considerada refugio natural de vida silvestre.

Sus apacibles y cristalinas aguas la convierten en un sendero natural donde el manglar (10.000 hectáreas de bosque), las aves y los delfines, forman parte de los últimos oasis de vida silvestre en el país.

Bonifacio Consuegra, uno de los habitantes más antiguos del pueblo, comenta que El Morro era ganadero por excelencia. Recuerda que aquí se fabricaba la mantequilla morreña, “muy solicitada en toda la Península”.

Sin embargo, la tala indiscriminada de los bosques, la volvieron seca y la gente abandonó la actividad (ganadería).


La gruta. Aquí está asentada la Virgen de la Roca, fue colocada por las madres salesianas hace más de 40 años y hoy es un gran atractivo turístico.

Miles de sus habitantes migraron a Guayaquil, en especial, y se asentaron en lo que hoy es la calle Rumichaca, que en principio se llamó de El Morro, justamente porque era poblada por personas nativas de esta zona.

Hoy, gracias a la muerte de la ganadería, el encanto de su naturaleza ha vuelto. El Morro quiere recuperar su potencial ecológico para convertirlo en el puntal que le permita un sitial dentro de las paradas del turismo ecológico.

El camino está despejado. La aventura empieza a un km de esta parroquia, desde donde se puede observar la colina de El Muerto, bautizada así por los nativos de ese lugar por la apariencia de un hombre acostado, panzón y cabezón. Aquí se encuentra La Virgen de la Roca, imagen que fue colocada por las madres salesianas, hace más de 40 años, y que hoy se ha convertido en lugar de peregrinación. Se puede acceder a pie, caballo o bicicleta, sorteando 40 escalones de piedra.

La gerenta de la operadora de turismo Travesías, Janina Vega German, comenta que el padre Vicente Agila, gustaba visitar este cerro y hacer una peregrinación anual a la gruta, la cual era muy concurrida. Ahora las peregrinaciones son organizadas por los sacerdotes de Playas en los meses de agosto y septiembre.

Otro de los atractivos es la iglesia de San Jacinto, considerada Patrimonio Cultural del Ecuador. Actualmente, esta construcción de corte ecléctico está siendo restaurada por el Municipio de Guayaquil. Con sus toques de republicanismo (ventanas) y de barroco (las torres), la iglesia de chanul y moral es considerada la puerta de ingreso a este pueblo de 5.000 habitantes.


Variedad. La gran variedad de aves concita la atención de los turistas que llegan a esta parroquia que cuenta con 5 mil habitantes.

Construida en 1856, la ermita en poco tiempo se convertirá en otro referente turístico, pues en la parte alta de sus torres contará con un mirador panorámico habilitado para el visitante.

Y aunque hay muchas razones para emprender camino a este paradisiaco lugar en vacaciones, el atractivo tanto para viajeros del exterior como nacionales, continúa siendo el inolvidable viaje por el canal marino.

Como una especie de Venecia tropical, El Morro ofrece un espectáculo de decenas de góndolas ancladas a orillas del Malecón, prestas a la espera de los viajeros que desean conocer la declarada área protegida por el Ministerio del Ambiente en 2007, siendo una de las 40 existentes.

El ruido de los motores se opaca ante el canto de los cientos de aves que sobrevuelan las copas de los árboles. El cielo se impregna de colores con el gris, azul, blanco y rosado de las garzas, que alzan vuelo al sentir la presencia humana al pasar por la Boca de Lagarto, El Caballito, la Punta Hayalan, entre otros pintorescos brazos de mar.

Después de hora y media de recorrido, los motores se apagan al llegar al Santuario de Aves, una Isla donde anidan más de 3 mil fragatas, según estudios de 2005, pero que se estima en la actualidad ascienden a 9 mil, colocándose como la reserva de aves más grande del país.

El avistamiento de los delfines bufeos o nariz de botella es el colofón del recorrido. Aquí estos animales acompañan las embarcaciones ofreciendo un espectáculo que hace crispar la piel.


La iglesia. Construida en 1856, es considerada Patrimonio Cultural de la Nación. Hoy está siendo remodelada.
Una travesía, mezcla de naturaleza y de aventura

Puerto El Morro con su ecoclub Los Delfines por 6 dólares (corto) y 8 (largo) por persona, ofrece recorridos únicos, que culminan con la degustación de deliciosos platillos elaborados por las comuneras, sobre la base de productos de mar. Uno de los platos típicos de la zona, además de los mariscos es el seco de chivo. El presidente de la Junta Parroquial, Luis Aragonés, hizo una invitación para que los guayasenses y visitantes de otras provincias se deleiten con la gastronomía local, hecha a base de mariscos, en especial del “cangrejo criminal”.

Aquí, en este pueblo, aún se conservan ciertas tradiciones como la elaboración del pan en grandes hornos de barro. Bonifacio Consuegra aún utiliza leña para preparar el pan que luego se distribuye en todo el pueblo.

Fotos Jimmy Negrete.

Fuente:

sábado, 24 de abril de 2010

El tesoro natural de Quito

Por ANA ROBAYO

Después de dos años de investigación, son publicados y difundidos los datos de biodiversidad de Quito.

A pocos minutos del Quito urbano, los paisajes y climas son variados. Pero hasta hace poco no se conocía cuáles eran las condiciones biológicas de estos lugares.

El Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales con financiamiento del Fondo Ambiental del Distrito Metropolitano desarrolló el proyecto ‘Monitoreo biológico, una herramienta para el manejo adaptativo de áreas protegidas y bosques protectores del Distrito Metropolitano de Quito’, más conocido entre los técnicos como el proyecto DMQ. El estudio empezó hace dos años. Se cubrió un área de 4 200 km2, incluído el perímetro urbano.

Los resultados son sorprendentes: 11 grupos taxonómicos subdivididos en 28 familias y 109 variedades, cuando el total en Ecuador es de 380 especies.

Los informes señalan que la biodiversidad del DMQ se compara con la Reserva Ecológica Cayambe-Coca. Pero los espacios naturales de la capital “soportan mayor presión debido a actividades humanas”, se señala en el guión de la exposición que el Museo de Ciencias Naturales montó para difundir los resultados investigados.

Los límites del perímetro analizado son: en la parte oriental, el bosque La Virgen, cerca de Papallacta; al occidente, la cuenca del río Saloya; norte, las partes bajas de Saguangal; sur, las faldas del Atacazo sin incluir al Pasochoa.

Para este estudio se dividió al Distrito Metropolitano en 21 zonas, de acuerdo con la cobertura y a la representatividad de los lugares comparándolos con los ecosistemas del área urbana, como el Itchimbía, el Parque Metropolitano y un bosque remanente en el Ilaló.

Patricio Mena, director del Museo explica que se hizo una primera fase durante un año, en la cual se inventarió la cantidad de plantas y animales (mamíferos, anfibios, reptiles y macroacuáticos, este último grupo fue muy importante porque permitió determinar la calidad del agua).

En la segunda fase se incluyó zonas en la parte sur occidental del volcán Pichincha. Se ha descubierto que hay lugares con gran riqueza y de gran extensión, pero también hay zonas pequeñas que están en alto riesgo, como el bosque protector de Mashpi.

Hay especies amenazadas, muchas de ellas endémicas y que desaparecerán si sus hábitats son destruidos. Por eso, conociendo los componentes se está promoviendo la conservación

En el guión de la exposición, denominada Quito Biodiverso, se exponen los siguientes datos sobre plantas, animales, anfibios, reptiles y peces.

La pitahaya propia de los valles secos de Guayllabamba, es endémica de Ecuador y Colombia. En el DMQ hay

2 330 especies de plantas, 254 son endémicas y 122 están en varias categorías de amenaza. “La riqueza de los flancos de la Cordillera Occidental es característica de la prolongación de la región del Chocó que va desde Panamá hasta el Ecuador”.

De los mamíferos destaca la musaraña ecuatoriana endémica. Habita solo en las estribaciones occidentales de los Andes ecuatorianos, desde Carchi hasta Bolívar.

Se la puede encontrar en Verdecocha, en el volcán Pichincha. Hay 109 clases de mamíferos, algunas importantes como el oso de anteojos, los micos Cebus y Cebus capuccinus, el mono aullador o la guanta con cola o pacarana.

En aves sobresale el zamarrito pechinegro, de los bosques de neblina del Pichincha. Es el ave emblemática de Quito, único en el mundo, endémico del Ecuador y en peligro crítico por la deforestación. Hay 540 variedades de aves.

En anfibios y reptiles está la rana Centrolene helodermata. Se la consideraba extinta en el país, pero sobrevive en el bosque protector Verdecocha. Se registraron 124 tipos de herpetofauna (77 anfibios y 47 reptiles). En cuanto a peces hay 22 especímenes, la mayoría está en los ríos de la cuenca del río Esmeraldas.

Los lugares que se han determinado con mayor riqueza biológica y con gran potencial de turismo ecológico son Mashpi, Yanacocha, Verdecocha, Maquipucuna , Pahuma, Saguangal, Lloa, Bosque de polilepys La Virgen, entre otros. En la exposición usted podrá conocer más detalles de este hallazgo ecológico en Quito.

Tenga en cuenta
Quito se asienta en el callejón interandino, entre los ramales occidental y oriental de la Cordillera de los Andes ecuatorianos y entre las estribaciones de la hoya de Guayllabamba.

Fuente:

jueves, 22 de abril de 2010

Día de la Tierra

Para celebrar el Día de la Tierra, una de las consignas es sembrar un árbol.
Verde responsable

Si estamos conscientes de lo que usamos y tenemos, podemos hacer pequeñas cosas que representarán un gran cambio.

En las siguientes líneas encontrará recomendaciones para ser ambientalmente responsable y asegurarse un futuro mejor.

¿Qué es la contaminación?

¿Cómo reciclar las pilas?

Todo empieza en el hogar

Una oficina consciente

Crear conciencia desde niños

Un manejo ecológico

Una casa calificada para la eficiencia

ESPECIAL:
Salvemos el planeta

Día de la Tierra, 40 años

La presión sobre los ecosistemas causada por el hombre, que ha motivado cambios como el aumento de las temperaturas, amenaza a la Tierra. Un recorrido por hechos de este periodo.
Un espacio de tiempo en el que se destacan acciones positivas y avances en favor del planeta, pero también la persistencia y gravedad de efectos negativos a los que aún no se logra frenarlos.

1. El 22 de abril de 1970, por iniciativa del senador estadounidense Gaylord Nelson, se celebró, por primera vez, el Día Mundial de la Tierra. El acto logró convocar a unos 20 millones de personas para expresar la preocupación por el manejo del tema ambiental en Estados Unidos.
2. Ese mismo año, el gobierno de Richard Nixon crea la Agencia de Protección Medioambiental en EE.UU.
3. Se crea la Convención de Humedales Ramsar, en 1971. Los humedales son fundamentales en la provisión de agua dulce, porque acumulan y filtran las aguas superficiales y recargan los acuíferos.
4. El informe de Límites del Crecimiento se presenta en 1972. La tesis principal del libro encargado por el Club de Roma (grupo de ambientalistas y jefes de Estado) apunta que en un planeta limitado, el crecimiento de la población y el producto per cápita no son sostenibles.
5. En 1976, Monsanto, la multinacional que provee de productos para la agricultura, incursiona en el negocio de los herbicidas, lo que contribuye a un aumento de productividad agrícola a gran escala en la denominada Revolución Verde, con consecuencias negativas para el ambiente.
6. En la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas, entre 1973 y 1979, se adoptan medidas para proteger la flora y la fauna silvestre, mediante la cooperación internacional.
7. En la Convención sobre la Prohibición de Desarrollo y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas Tóxicas, en 1978, se buscan progresos efectivos hacia un desarme general que incluya prohibir y eliminar armas de destrucción masiva, cuyos efectos atentan contra el ambiente y la salud.
8. En Ecuador, en 1978 se crea la Ley de Prevención y Control de la Contaminación. En ese año también se crea Fundación Natura, la primera ONG en centrar la atención en la conservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
9. Entre 1985 y 1989 el Ministerio de Agricultura, por gestión de la Dirección Nacional Forestal, con el Plan Bosque logró reforestar 13 mil hectáreas.

Gaylord Nelson
10. Con el Convenio para la Protección de la Capa de Ozono, en 1985, se decide proteger la salud humana y el ambiente debido a la destrucción a gran escala de la capa por la emisión excesiva de gases tóxicos.
11. El Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono se aprueba en 1987. Se adoptan medidas preventivas para controlar el total de emisiones mundiales de las sustancias que la agotan, con el objetivo de eliminarlas.
12. En 1987 se publica el informe Nuestro futuro común, elaborado por distintas naciones para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que implica un cambio muy importante en cuanto a la idea de sustentabilidad, principalmente ecológica.
13. La Cumbre de Río, en 1992, marca un hito en la negociación internacional sobre desarrollo sostenible. Se adoptan instrumentos como: Convención de Diversidad Biológica, Convención Marco sobre Cambio Climático. En ese año, en Ecuador se crea el Inefan (Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Naturales) para control y reforestación.
14. En 1992, dentro de la cumbre de Río, se desarrolla la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático para establecer las concentraciones atmosféricas sobre gases de efecto Invernadero, a niveles que impidan que las actividades humanas afecten el clima.
15. En el gobierno de Sixto Durán-Ballén, como organismo adscrito a la Presidencia de la República, en 1993, se crea la Comisión Asesora Ambiental, que se encargó de coordinar acciones tendientes a la preservación del medio ambiente.
16. En 1996, en el gobierno de Abdalá Bucaram se crea el Ministerio del Ambiente. Los gobiernos seccionales asumen responsabilidades ambientales.
17. En Kioto, Japón, se realiza la tercera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Los países desarrollados se comprometieron a reducir para el 2008-2012 el total de emisiones de gases de efecto invernadero.
18. La Constitución ecuatoriana de 1998 incorpora derechos ciudadanos individuales y colectivos sobre el ambiente y regula el manejo de recursos naturales.
19. En 1998, estudios en Estados Unidos revelaron que el 40% de los cuerpos de agua no son aptos para actividades recreativas por el alto grado de contaminación.

En el 2000, un grupo de científicos de varias nacionalidades asciende al Chimborazo para medir el espesor de la capa de hielo. Esta y otras fuentes de agua están en riesgo.
20. En la Convención para la Lucha contra la Desertificación, en 1998, se establece un marco para que los programas nacionales, subregionales y regionales combatan la degradación de las tierras secas.
21. En 1998, el Ecuador suscribió el Protocolo de Kioto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
22. En 1999, en Ecuador entra en vigencia la Ley de Gestión Ambiental, en la que se establecen mecanismos e instancias para enfrentar el tema en el país.
23. En el 2000, un grupo de científicos de varias nacionalidades asciende al Chimborazo para medir el espesor de la capa de hielo. Esta y otras fuentes de agua como los glaciares de los volcanes Cotopaxi y Antisana están en riesgo, por el deshielo que se está registrando en ellos debido al aumento de las temperaturas.
24. En la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, en el 2002, no se alcanzaron los compromisos de Río ni se logró renovarlos con metas tangibles para revertir tendencias de deterioro ambiental e impactos en la pobreza.
25. En Ecuador se publica el Tulsa (Texto Unificado de Legislación Secundaria del Ministerio del Ambiente), en el 2003, que provee los lineamientos estratégicos y estructura del MAE, así como los parámetros de control ambiental para procesos productivos que puedan causar impacto al ambiente.
26. El reporte Desarrollo Humano de la ONU 2009 indica que el cambio climático amenaza con incrementar el estrés ambiental en tierras ya marginales y aumentar la frecuencia de los riesgos naturales.
27. En el 2009, en la Cumbre sobre el Cambio Climático a la que asistieron 119 líderes del mundo no se logró un acuerdo para reducir la emisión de gases.
28. Según un inventario de la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación), la deforestación entre 1980 y 1990 fue de 15,5 millones de ha por año y para 1990-1995, de 13,7 millones.
29. Hasta el 2010, desde el 2000, la pérdida neta de superficie forestal se redujo a 5,2 millones de ha anuales, de los 8,3 millones de ha en la década de 1990.

El ex vicepresidente de EE.UU., Al Gore, ganó el premio Nobel de la Paz en el 2007 por emprender una campaña mundial contra el cambio climático.
30. Ecuador es considerado como uno de los países con mayores tasas de deforestación en América Latina, con 189.000 ha por año, según la FAO.
31. En la Costa ecuatoriana (con el 13% de bosques nativos) se ha deforestado más del 90% del bosque, y en la Amazonía (con el 70% de bosques), el 30%, entre 1985 y 1991.
32. Esmeraldas se considera que es la provincia donde se han destruido más de 500 mil ha de bosques entre 1969 y 1991, sin tomar en cuenta el manglar.
33. El ex vicepresidente de EE.UU., Al Gore, ganó el premio Nobel de la Paz en el 2007 por emprender una campaña mundial contra el cambio climático.
34. En el mundo, el 50% de los humedales se ha perdido desde 1900. El 60% de los 227 ríos más grandes está fragmentado por represas o desvíos.
35. Alrededor del 24% de los mamíferos y 12% de los pájaros están en peligro de extinción y entre 34 y 80 especies de peces han desaparecido.
36. En el mundo se han convertido a otros usos o se han perdido por causas naturales 13 millones de ha de bosques anuales entre el 2000 y el 2010.
37. Estudios revelan que en los últimos 30 años el 30% de las regiones naturales del planeta se ha deteriorado.
38. La organización ActionAid advierte los riesgos del uso de biocombustibles. Para el 2020 la Unión Europea prevé que el 10% de combustible para transporte venga de fuentes vegetales. Dos tercios de ellos producidos en países en vías de desarrollo que podrían llevar a 600 nuevos millones de personas al hambre y subir los precios de alimentos hasta el 76%.
39. La descarga de contaminantes pone en riesgo al agua en el mundo. Cada día se vierten 2.000 millones de toneladas de desperdicios humanos en cursos fluviales.
40. En los últimos años, la música, el arte cinematográfico y documentales como La Tierra de la BBC (2007) se sumaron a la campaña por el planeta.

martes, 20 de abril de 2010

Parque Yasuní, símbolo de la megadiversidad global

ISHPINGO, Orellana. A orillas del río Yasuní hay cientos de bejucos. El Parque Nacional Yasuní tiene 450 especies de bejucos, una muestra de su biodiversidad.
Documentadas al menos 2.224 especies de árboles, 271 de anfibios y reptiles, 567 de aves y 169 de mamíferos, la biodiversidad del Parque Nacional Yasuní es catalogada como la más grande del mundo, según varios informes, entre ellos uno realizado por un equipo multinacional de científicos y publicado en enero pasado por la revista especializada PLoS ONE.

En ese mundo verde estuvo EL UNIVERSO, en momentos en que
la OPEP conocerá el próximo miércoles la denominada Iniciativa Yasuní-ITT, que plantea dejar unos 860 mil millones de barriles de petróleo bajo tierra, a cambio de una compensación económica mundial.

Un pato aguja da la bienvenida al mundo verde oscuro del Parque Nacional Yasuní. Se muestra con sus alas desplegadas, con sus plumas azules adornadas con dos líneas blancas que corren paralelas de la cabeza a la cola. Vuela rasante al río de aguas verdosas, se levanta y desciende. Hace piruetas en el aire y cae en picada al río, en busca de comida.

Aquella escena paisajística emociona. Pero es tan solo una de las sucesivas que se aprecian en las entrañas del Yasuní, la zona más megadiversa del planeta, según varios reportes. Este es el rostro de la Pacha Mama, como se la cita a la naturaleza en la Constitución y a la que se le otorgan derechos para protegerla, como la prohibición de no explotar recursos en las zonas declaradas como reserva.

Las arañas hacen obras en las copas de los árboles.
El río Yasuní, donde juguetea el pato aguja, es uno de los cinco principales cauces de la reserva y se deja ver como dormido en el regazo verde. A sus orillas se balancean palmas y lechuguines; de las copas de los árboles caen bejucos que besan y se dejan acariciar, y besar, por el agua.

Una tortuga charapa toma sol sobre el tronco de un árbol muerto en el agua. Las charapas, cuyo caparazón puede llegar a medir un metro, constituyen la mayor tortuga de agua dulce del mundo y en el Yasuní se las ve a cada rato. Cuando ella se zambulle, a ese puesto llegan cientos de mariposas amarillas y blancas. Un guía local explica la aparente coincidencia: las charapas secretan una sustancia salinosa que es una golosina para las mariposas. Es una muestra de la convivencia entre cientos de especies en aquella reserva, de 982 km² y ubicada en el extremo oriental de Orellana y Pastaza.

La charapa es una de las 271 especies de anfibios y reptiles registrados en la zona protegida, según un estudio de un equipo multinacional de científicos, que publicó en enero pasado la revista científica PLoS ONE. El diagnóstico señala que el Parque Nacional Yasuní (creado como tal por Ecuador en 1979) constituye el récord mundial de biodiversidad, por su variedad de plantas y animales.

El doctor Peter English, de la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.) e integrante del equipo investigador, señaló: “los anfibios, pájaros, mamíferos y plantas alcanzan su máximo de diversidad en Yasuní”. Los resultados del estudio se compilaron hasta noviembre del 2009.

Los árboles alcanzan más de 50 metros, debajo hay espesa naturaleza y una diversidad de fauna.
Ahí se advierte, además, que las reservas de petróleo del campo ITT (siglas de los sectores Ishpingo, Tambococha y Tiputini, ubicados en el Yasuní y donde hace casi una década se hicieron pozos exploratorios) constituyen un riesgo para la biodiversidad. Si se decide explotar, los daños para la reserva serían incuantificables, indica.

Justo ahora el Gobierno ecuatoriano adelanta los planes A y B sobre ese crudo. El A se lo conoce como Iniciativa Yasuní-ITT y plantea no extraer los 860 millones de barriles que están en sus entrañas, a cambio de un aporte económico mundial. El otro plan es sacar el crudo.

Una comisión presidida por el vicepresidente Lenin Moreno está de gira, hace una semana, por Medio Oriente y Europa promoviendo la Iniciativa.

El miércoles próximo el tema se presentará en la cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en Viena.
Moreno, en una entrevista vía correo electrónico, asegura que en su gira los árabes le ofrecieron respaldo en el foro.

Un insecto muy grande se camufla entre las ramas.
“La organización tiene una bolsa de $ 6.000 millones, que usualmente destina a proyectos de desarrollo en las naciones pobres. El programa conservacionista es un tema que necesitan los países productores de petróleo, en momentos que la biodiversidad, el cambio climático, son asuntos que interesan a todo el mundo. De ahí que el Yasuní-ITT sería un proyecto bandera de la OPEP”, dice Moreno.

El río Yasuní cruza por el centro del Parque Nacional que lleva su nombre (los otros son Tiputini, Napo, Cononaco y Curaray). Nace en la misma selva. Este afluente es el acceso más distante, de los tres existentes, al Parque Nacional, a la zona del ITT, y sirve además, en una parte, como límite de la zona intangible. Esta última es un espacio de 700.000 hectáreas dentro del mismo Parque que se la define como intocable, para proteger a las tribus taromenane y tagaeri, no contactadas, y huaorani.

Luego de navegar por al menos doce horas por el río Napo se llega desde Coca a Nuevo Rocafuerte. Con no más de cien casas, una planta de luz que funciona de siete de la mañana a diez de la noche y sin telefonía celular, esta localidad es la conexión con el Yasuní, por el río.

Desde su desembocadura en el Napo y aguas arriba, el río Yasuní es una sucesión de paisajes. Un tucán vuela rasante y se posa en un ramaje. Mira a los extraños y mueve su pico curvo amarillo, grande. Más adelante se ven grandes árboles cubiertos por sombreros de telarañas. Hay tanta vegetación que cada árbol es distinto a otro. El estudio publicado en PLoS ONE cita que los científicos confirmaron que una hectárea del Yasuní contiene unas 655 especies vegetales, más que todas las que pueden encontrarse en todo el territorio de Estados Unidos y Canadá.

Un atardecer que se expresa solo.
Se han registrado, además, más de 450 especies de lianas, aquellas que cuelgan de los grandes árboles, y 313 especies de plantas epífitas (que crecen en los troncos de otras, como los hongos). Se estima que en toda el área podría haber unas 2.244 especies de árboles y arbustos.

A dos horas de navegación desde Nuevo Rocafuerte está el corazón del hoy tan nombrado Bloque ITT, al mismo tiempo se está en la zona intangible, todo dentro del Parque Nacional.

Una trocha casi invisible lleva más a las entrañas. Hay fango, un penetrante olor a humedad, a naturaleza. Una columna de hormigas soldado va a su casa, parecida a un castillo de arena. En la tierra se divisan excavaciones de guantas y saínos. Y los árboles, los arbustos espinosos y los riachuelos se cruzan como impidiendo el paso.

Es el denominado científicamente Refugio del Pleistoceno, época geológica que comenzó hace 2,59 millones de años y finalizó unos 12.000 años antes de nuestra era. La Unesco declaró en 1989 a este Parque Reserva Mundial de la Biósfera. En 1995, en Sevilla (España), una conferencia de expertos determinó que en esas reservas las únicas acciones que se pueden desarrollar, para garantizar el equilibrio y la no contaminación, son: “[...] actividades cooperativas compatibles con prácticas ecológicas, educación ambiental, recreación, turismo ecológico e investigación aplicada básica”.

Tras abrir paso en la frondosidad durante media hora desde el río aparece un claro de 2 hectáreas. Ahí está una muestra de lo que significaría la explotación petrolera. Distantes unos 150 metros entre sí están lo que los lugareños, como Efrén Cox, vicealcalde de Aguarico, llaman los muñecos. Son dos pozos petroleros abandonados, por ahora. Son parte del denominado campo exploratorio Ishpingo.

Un “muñeco” tiene inscrito el nombre Ishpingo 1, junio de 1996. Otro, Ishpingo 3, mayo del 2002. Ambos están en el interior de la zona Intangible, indica, valiéndose de un GPS, el director de Ambiente del Gobierno Provincial de Orellana, quien toma muestras de suelo, junto con los técnicos Luis Villalba y Edwin Zamora. En dos sectores, al remover la tierra, brota una sustancia negra parecida a la brea. Es crudo que quedó derramado y no se ha descompuesto, pero los análisis de laboratorio permitirán certificar aquello, dicen los técnicos. Estos pozos permitieron comprobar la cantidad de reservas de petróleo.

Más allá de ese claro hay más selva. Ahí están las especies que describe el estudio publicado por PLoS ONE. Este dice que el Yasuní es uno de los lugares más diversos de aves en el mundo, donde se han registrado 567 tipos. Protege cerca de 169 mamíferos, 40% de todas las especies de la cuenca amazónica. Así como una inmensa diversidad de peces de agua dulce con 382 especies y con más de 100 mil especies de insectos por hectárea. En cuanto a peces, en los ríos viven el paiche y el paco. En las lagunas Tambococha y Jatuncocha salta el delfín rosado.

En la frondosidad hay un sendero y al avanzar solo se escucha el trinar de las aves. De pronto se oyen voces. Antes de intentar alguna reacción aparece una pareja de indígenas huaoranis. Son Etewani Omeway y su esposa, Nemonte Aiwa. Salieron al amanecer de su comunidad Cahuimeno, en un bote, y se adentraron en la selva de cacería con su cerbatana de 6 metros de largo y una escopeta. Ella carga un cesto, con tres monos y cinco pavas, muertos. Es la cacería para subsistir, que la practican los 2.800 huaoranis y los no contactados taromenanes y tagaeris.

domingo, 18 de abril de 2010

Sitio con interés científico en aumento

YASUNÍ, Orellana. El río Yasuní es visitado ocasionalmente por científicos y turistas, que deben obtener un permiso especial.
La propuesta del Yasuní de mantener el petróleo bajo tierra, promocionada entre otras premisas como la que se trata del centro de mayor diversidad del mundo, proyectó al área protegida al exterior y atrajo más atención de la que ya tenía, en particular entre investigadores que cada vez se suman a la lista de espera para poder acceder al santuario ecológico.

Solo las solicitudes de investigación que llegan a la Dirección del Ministerio del Ambiente en la provincia de Orellana, donde se asienta la mayor parte del área protegida, se incrementaron de 25 en el 2008 a 45 en el 2009. En lo que va del año ya superan los 12 pedidos, refiere Ubilden Farías, responsable del Parque Nacional Yasuní.

Las investigaciones que versan sobre flora, fauna o las comunidades asentadas en la zona se realizan en las estaciones científicas de Yasuní, administrada por la Universidad Católica, y la de Biodiversidad Tiputini, de la Universidad San Francisco de Quito, señala.

“Aquí no se ha investigado ni el 10% de la biodiversidad existente, cada día se descubren nuevas especies de animales, nuevos datos, eso hace que el Parque se vuelva cada vez más interesante”, dice el biólogo.

Pero no solo son investigadores, al sitio también llegan además de periodistas, turistas, sobre todo europeos. Estas visitas se duplicaron del 2008 al 2009, año en que se registraron alrededor de cinco mil visitantes.

Acceder al sitio no es complicado y basta con ingresar, en el caso de turistas, con un guía especializado y con documentos que justifiquen su trabajo como investigadores.

La importancia del Yasuní trascendió incluso antes de los debates por la Iniciativa ITT, por los derrames de petróleo de la compañía Texaco, refiere Esperanza Martínez, presidenta de la organización no gubernamental Acción Ecológica.

Cada vez hay más estudios, informes, libros, documentos, videos, entre otros trabajos que poco a poco arman el rompecabezas de información que significa el Yasuní, dice Martínez.

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