Alumnos de colegios participaron en la reforestación.
La participación fue más de la esperada. Decenas de estudiantes, amas de casa, agrónomos, ingenieros en informática, entre otros profesionales acudieron el viernes pasado al llamado de directivos de a Fundación Probosque para participar en la jornada de siembra de árboles en Cerro Blanco.
“Los interesados eran tantos que lamentablemente debimos cerrar las participaciones por cuestiones de logística para movilizarlos a la montaña”, cuenta emocionada Tania Ríos, miembro de Probosque, fundación que tiene a cargo el cuidado del bosque protegido Cerro Blanco, donde ese día comenzó el plan anual de reforestación.
En el primer día de siembra se invitó a la ciudadanía con el fin de crear conciencia sobre la importancia de sembrar árboles y de proteger el ambiente.
Tras la bienvenida a cargo del director de la Fundación, Eric Horstman, los asistentes participaron en charlas sobre técnicas de producción de plantas en el vivero forestal y aspectos generales del proceso de restauración forestal en el bosque protegido.
Un recorrido con los grupos por el vivero forestal ubicado en las faldas de la montaña precedió al trasladado a la montaña, donde previamente se habían colocado las plantas listas para la siembra.
Plantas de diversas especies fueron sembradas por ciudadanos que participaron en el inicio del plan de reforestación.
Al final de la jornada los voluntarios con el apoyo de técnicos lograron sembrar más de dos mil árboles.
La siembra marcó el inicio del plan anual de reforestación que continuará durante el invierno, periodo durante el cual se prevé la plantación de 90 mil plantas en un espacio equivalente a 90 hectáreas.
Amarillo, fernansánchez, laurel blanco y negro, guayacán, guachapelí, pechiche, jaboncillo, ceibo macho, pijío, bálsamo, colorado, samán forman parte de las 35 especies de plantas nativas que se ha previsto sembrar dentro de las 6.078 hectáreas que tiene Cerro Blanco a fin de devolver al bosque su estado natural.
Horstman destacó la importancia de especies como el pijío, que son fuente de alimento y anidación del papagayo de Guayaquil, ave símbolo de la ciudad y declarada en peligro de extinción.
El proyecto de reforestación comenzó en 1993 y desde ese año hasta la fecha se han sembrado unos 180 mil árboles.
Este plan, que es auspiciado por la organización inglesa World Land Trust, tiene por meta reforestar 600 hectáreas en Cerro Blanco hasta el 2011.
Fuente: eluniverso.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario