sábado, 29 de mayo de 2010

Una travesía por la laguna de Cube


Redacción Santo Domingo 
ecuador@elcomercio.com
ESMERALDAS |  
Una pequeña bandada de patos alza el vuelo al sentir la llegada de un bote con un grupo de turistas por la laguna de Cube, en Quinindé (Esmeraldas). En ese lugar se hacen recorridos para conocer la diversidad de animales y los paisajes que ofrecen las 112 hectáreas de la laguna. En la noche también se navega para observar a los caimanes. 

El lago está dentro de la reserva Mache Chindul, en el sur de Esmeraldas. En la zona montañosa de bosque primario se organizan paseos por los senderos y cavernas subterráneas. 

A Cube se ingresa por el cantón Quinindé. En el pueblo pregunte por las chivas que van hacia la laguna y viaje en ellas. Salen cada hora. Si va en carro propio vaya hasta La Y y tome un camino de segundo orden. El recorrido es de 2 kilómetros. 

Allí está Ramón Loor, un finquero de la zona, quien lo guiará y lo llevará de paseo por la laguna en su bote. En el recorrido encontrará islotes con forma de barcos compuestos por los lechuguines (plantas que crecen en el agua). Hay un islote formado por palmeras, al que los lugareños llaman la Isla del Amor. La travesía fluvial dura alrededor de una hora. César Murillo y Carlos Andrade, quienes llegaron en el bote, dicen: “Disfrutamos de la tranquilidad, de las prácticas de remo y del silencio”.

Para ver
En el lugar hay un criadero de caimanes en cautiverio. En la noche, un guía con linterna realiza recorridos por la laguna para avistarlos de forma salvaje. Tome precauciones cuando haga la travesía. 

Al internarse en el bosque primario se observan tortugas pequeñas (cacharapa). También pequeñas familias de monos araña, su aullido se puede escuchar a dos kilómetros a la redonda.

Si está en Quito viaje a Quinindé. Luego tome la vía a Esmeraldas hasta el kilómetro 12 (finca Gran Puyango). 

Continúe por la vía que conduce a La Y de la laguna. Las cooperativas Occidental y Esmeraldas tienen la ruta Quito-Los Bancos-Quinindé. Del cantón hasta la laguna, las rancheras cobran USD 1, 50.

Se recomienda que los visitantes lleven gorra, protector solar, binoculares, gafas de sol, repelente, linterna, cámara fotográfica, ropa ligera, fundas plásticas, botas de caucho, zapatos para caminata y una mochila pequeña. La temperatura promedio en ese lugar está entre los 23 y 25 grados.


Para comer y ver
En el lugar hay 50 plantas de frutas exóticas. Una de ellas es la salac ,que llama la atención a los turistas. Es una palma de origen asiático que oculta su fruto en medio sus hojas puntiagudas y espinosas.

Otra fruta exótica que se cultiva es la anonácea, la cual se parece al melón. También se puede encontrar la jackfruit, el árbol vela, entre otras especies que atraen a quienes visitan el lugar.
Fuente: 

jueves, 27 de mayo de 2010

Alumnos siembran 400 árboles en Bosqueira

FOTO: Eduardo Escobar / El Telégrafo
La visita de los jóvenes a estos espacios les permite reconocer las especies estudiadas en las aulas.
Silvia Murillo Cerón - silvia.murillo@telegrafo.com.ec
La actividad se la ejecutó días antes de conmemorarse el Día Mundial del Árbol, el pasado sábado.
Para Liseth Chapa, de 19 años, oriunda del cantón Piñas, de la provincia de El Oro y estudiante de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), estar en contacto con la naturaleza es recordar su infancia y adolescencia.

Eso ocurrió el pasado miércoles en Bosqueira, un área de 130,5 hectáreas de terreno, que el 25 de noviembre de 2009  fue declarada, por el Ministerio del Ambiente,  bosque protector. La emoción saltó a su rostro recordando la reserva Jocotoco (El Oro), que visitaba con frecuencia.

Aseguró que uno de los motivos por los que escogió la carrera que estudia es debido a que en el lugar  donde vive (Piñas) todavía se conserva el ambiente.

Ese día, la joven, quien formó parte de un grupo de 38 alumnos del citado centro, trasladó botellones llenos con agua que tenían listos los miembros del Grupo Ecológico Capeira para regar los árboles que minutos antes habían plantado los niños de  una escuela del sector.

A Bosqueira, ubicada en el kilómetro 23 de la vía a Daule, llegó también Elizabeth Zumba, directora regional del Ministerio del Ambiente.

La funcionaria les dio la bienvenida a los universitarios y les explicó que la carrera que han escogido era un compromiso que habían hecho con la naturaleza para preservarla.

Zumba indicó que en ese espacio, que colinda con Cerro Blanco, habitan 400 especies de aves y 300 de árboles, entre ellos el colorado, membrillo, guasmos, todas plantas nativas que pertenecen al bosque seco tropical.

Mencionó que su aliado estratégico para la conservación de este bosque es la comunidad y que las actividades que realizan son “lo más autofinanciadas posibles”.

Los 400 árboles reforestados ese día fueron extraídos del vivero que tienen en Churute. Durante años, al bosque lo cuidan y protegen las 125 familias que habitan en la urbanización ecológica Capeira y el grupo ecológico que ahí labora  desde 1994.

Silvia Hernández, coordinadora del grupo,  precisó que como habitantes han respetado incluso los canales de agua lluvia.

“Si un guayacán estaba en el sitio donde íbamos a construir una calle, pues la hacíamos en otra parte...”, enfatizó Hernández.

Asimismo, aseguró que en el sitio habitan iguanas, ardillas, osos hormigueros, zarigüeyas y los cabeza de mate, que son mamíferos de la familia de las nutrias, pero tienenun aspecto felino.

“Nosotros aquí adentro hacemos conciencia de por qué es importante mantener el hábitat natural, por eso hacemos excursiones, caminatas, eventos, como concursos entre los niños; recolectamos semillas de arbolitos que ya van naciendo y los llevamos a un vivero”, precisó la activista.

FOTO: Eduardo Escobar / El Telégrafo
Los universitarios inspeccionaron que la siembra de los árboles que realizó un grupo de alumnos primarios y secundarios fuera correcta y luego procedieron a regarlos.
Otro de los estudiantes que estuvo atento a las especies fue Josua Norero, de 23 años, quien decidió abandonar Estados Unidos para radicarse en Guayaquil y estudiar una carrera que refleje el cuidado ambiental.

El  joven tomó la decisión de incursionar en el área ambiental después de que permaneció por dos meses en el Oriente ecuatoriano.

“El mundo me escogió a mí, más que yo haber escogido al mundo para ayudarlo”, reflexionó entusiasmado Norero.

Al respecto, Nancy Hilgert, directora de la Escuela de Ciencias Ambientales de la UEES, dijo que, como parte del estudio y formación profesional, los jóvenes deben entusiasmarse por el planeta vivo. Por eso colaboran en actividades de reforestación y otras que tengan que ver con la conservación de la tierra.

Estas actividades -sostuvo Hilgert- les permite a los alumnos reconocer las especies forestales y de fauna del bosque seco tropical, que es nuestro ecosistema.

“Estos (los bosques) son los que purifican los pulmones de los guayaquileños”, añadió la bióloga.

En tanto que James Pérez, director del Jardín Botánico, dijo que declarar a Bosqueira como bosque protector fue una excelente iniciativa, teniendo en cuenta “el avance de la ciudad y el deterioro de las áreas vegetales producto de las invasiones”.

Dijo que con esta actividad se está devolviendo al bosque las plantas que alguna vez existieron  y que por la tala de madera desaparecieron.

La actividad fue también un preámbulo de las actividades que  realizaron varias instituciones y centros educativos de la ciudad, al conmemorarse, el pasado sábado, el Día Mundial del Árbol.


LISETH CHAPA
Estudiante de primer año de Gestión Ambiental
“Siempre me ha gustado la naturaleza y el hecho de seguir protegiéndola, no solo para nosotros, sino para los que viene”
NANCY HILGERT
Directora Ciencias Ambientales
“El bosque seco tropical es nuestro ecosistema; un ecosistema orgullo de la costa ecuatoriana y de Guayaquil”
JOSUA NORERO
Estudiante de Gestión Ambiental de la UEES
 “No hay mucho cuidado ambiental y, hoy en día, es lo que más se necesita para tener nuestro mundo más verde” 
Fuente: El Telégrafo

martes, 25 de mayo de 2010

Tortugas de Galápagos, especies que se recuperan a paso lento

Estuvo en cuarentena y no había comido en cuatro días, y aunque puede vivir un año sin probar bocado y seis meses sin beber agua, la tortuga identificada con el número 6 en su caparazón estaba hambrienta y no dudó en dar un mordisco a las venas de jugosas hojas de una planta rastrera llamada hipomacea. No las había probado antes, pero eso no era problema para el quelonio, acostumbrado a comer casi todo vegetal que se le cruza en el camino.

Un terreno agreste, poblado por 180 especies de plantas endémicas como la hipomacea, monte salado y cactus, diversas especies de aves, centenares de invertebrados y aislada del hombre para conservarla como sitio de protección absoluto, caracterizan a la isla Pinta, adonde llegó esta tortuga junto con otros 38 quelonios procedentes del Centro de Crianza en Santa Cruz, el pasado lunes, como parte de un plan del Parque Nacional Galápagos (PNG) para restaurar el equilibrio ecológico de este sitio. 

ISLA PINTA, Galápagos. El grupo de 39 tortugas viajó durante nueve horas en la embarcación Sierra Negra del PNG.
La isla sin la presencia de estos herbívoros por 38 años, desde el hallazgo y rescate de la tortuga Solitario George, la última de la especie Geochelone abingdoni que quedaba en ese lugar, vuelve a acoger a este grupo de tortugas denominadas híbridas, por la fusión de diferentes especies que tuvieron y que fueron esterilizadas para evitar la reproducción.

La diversidad única de especies de tortugas caracteriza a las islas Galápagos, que llevan el nombre en honor a ellas, por el parecido del caparazón con una silla de montar y que en España se conoce como galápago.

Se cree que en el siglo XVIII antes de que llegara el hombre, quien se convirtió en su mayor depredador, había cientos de miles de ejemplares en las diferentes islas.

Se estima que actualmente hay entre 30 mil y 40 mil tortugas en todo el Archipiélago, de ellas la mayor población se encuentra en los alrededores del volcán Alcedo, en la isla Isabela, donde habitan unos 20 mil individuos. El 90% del total de tortugas se halla en estado natural; el resto, en centros de crianza en tres islas.

Estudios revelan que, probablemente, existieron entre 14 y 16 especies, de ellas 3 están extintas, la de las islas Santa Fe, Fernandina y Floreana. 

ISLA PINTA, Galápagos. Tras un viaje de nueve horas a bordo de una embarcación del Parque Nacional Galápagos, un grupo de 39 tortugas híbridas, con equipos de telemetría, GPS y sensores de temperatura, colocados en sus caparazones, fue liberado.
Resulta difícil caracterizarlas a simple vista y la diferenciación más bien es de tipo morfológico, por la forma del carapacho de las especies que presentan también variaciones según el lugar donde habitan.

Así, las que viven en zonas húmedas como Santa Cruz e Isabela tienen el carapacho tipo cúpula, con gruesas patas y cuellos más cortos, porque encuentran el alimento en el suelo.

Mientras, las de zonas áridas, como en las islas Española, Pinzón y Pinta, tienen el caparazón tipo montura, con cuellos y patas más largos que les permite elevarse para alcanzar la vegetación de árboles y cactus.

En un tercer tipo morfológico se ubican las especies intermedias, que habitan en zonas semiáridas como San Cristóbal. Tienen un carapacho entre el tipo cúpula y montura y son de tamaño mediano.

Con un peso que puede llegar a los 350 kilos, las tortugas no son tan lentas como se las conoce. Hay sitios donde fácilmente en dos días pueden caminar hasta catorce kilómetros en busca de alimentos o zonas de anidación.

Reproducción
La temporada reproductiva mueve a hembras y machos a dirigirse a los sitios de anidación en las zonas más áridas y calientes de las islas.

Tras la época de apareamiento entre junio o julio, la hembra prepara la anidación y es muy sigilosa al cavar con sus patas traseras un hoyo de unos 50 centímetros de profundidad, en donde pone de seis a doce huevos.

Durante una temporada pueden hacer hasta seis nidadas. Es hábil al momento de cerrar el nido y lo hace de tal manera que quede una especie de cámara con un espacio para que haya el intercambio gaseoso que necesitan los huevos para irse gestando.

Transcurridos 90 días, aproximadamente, eclosionan los tortuguillos y estos se quedan un mes dentro de la cámara, donde se alimentan de una parte del vitelo (yema del huevo) que aún resta y de las heces fecales que la madre deposita junto a los huevos. Con ello les transmite anticuerpos y bacterias que los críos van a necesitar para digerir y crear defensas en sus organismos.

En estado natural puede llegar a eclosionar el 50% de los huevos, de ellos el 60% o 70% llega a salir del nido, y de ese porcentaje entre el 10% y 15% logra sobrevivir.

El sexo de los tortuguillos lo determina la temperatura: a mayor calor, el predominio será de las hembras.

El gavilán de Galápagos, un ave endémica de las islas y algunos tipos de garzas, como la garza morena, son los mayores predadores naturales de los críos. Además de otros introducidos como perros, ratas, la hormiga colorada, cerdos, ganado salvaje o chivos, que pisotean nidos o pelean por vegetación.

Cuando son adultos el único predador es el hombre, dice Álizon Llerena, bióloga de la Estación Charles Darwin. “Desgraciadamente todavía hay matanzas de tortugas terrestres, pese a que está prohibida”.

Los centros de crianza en Santa Cruz, Isabela y San Cristóbal han ayudado a recuperar algunas especies como en Española, donde se han repatriado unos dos mil individuos.

Mientras, en Pinta, la tortuga número 6 y su grupo preparan el terreno para la llegada de los descendientes de George, al menos esa es la aspiración.

Apuntes: Hábitat
Repatriación
Entre los tres centros de crianza existentes en las islas se han liberado más de 6 mil tortugas de diversas especies.



Estado
Existen tortugas que están en buen estado como las del volcán Alcedo en Isabela, Santa Cruz y San Cristóbal; mientras Pinta y Pinzón aparecen como las más amenazadas. Al sur de Isabela, Santiago y Rábida están en recuperación.

Fuente: eluniverso.com

domingo, 23 de mayo de 2010

Historias de pelícanos



Julián (en primer plano) es un pelícano que visita el hotel Sol y Mar, en Puerto Ayora.
Desde Las Encantadas
Paula Tagle
Pertenecientes a un orden animal bautizado con su propio nombre, Pelecaniformes, los pelícanos son aves marinas relativamente grandes, de patas palmeadas y sobre todo de buche expandible en el que pueden guardar varios galones de agua.
Tal vez no sean las criaturas más carismáticas de la costa, pero todo el mundo que haya estado cerca de un bote de pesca o en un mercado de mariscos en la playa los conoce bien. Siempre a la espera de excedentes, sobras, pedazos, lo que sea que el pescador les quiera donar (o ellos logren arranchar), no porque no puedan valerse por ellos mismos para zambullirse en el agua y conseguir alimento, pero cuando hay una manera más fácil, ¿por qué hacerlo?
Y así se conocen cientos de historias de pelícanos, porque son parte de la vida del hombre y la mujer de mar. Existen ocho especies distintas en el mundo, la nuestra, el pelícano café (Pelecanus occidentales), tiene una distribución que va desde la costa norte de Perú hasta California, en el lado Pacífico, y desde las Guayanas hasta el estado de Georgia, en el Atlántico.
Yo he conocido a varios personajes pelícanos. Está Pelícano Jack, por ejemplo, que cada miércoles llegaba sin falta a la proa del Polaris a posar para las fotos de turistas encantados con su presencia. Jack tenía la membrana entre sus dígitos algo rota, por eso podíamos reconocerlo. Y lo más gracioso es que ahora, que ya no hay Polaris, Pelícano Jack se posa en la proa del barco que lo reemplaza, el National Geographic Endeavour.
Puntual, infaltable, cada miércoles en la noche, tipo 20:00, llega a descansar en las barandas de nuestro barco (y a dejarlo todo sucio también).
Otro pelícano conocido de Puerto Ayora es Julián. Llegó al hotel Sol y Mar hace cuatro años. Tenía un anzuelo enganchado en el ala, con la mitad de su extremidad ya prácticamente perdida. Renato Pérez, uno de los propietarios del hotel, lo encontró caminando alrededor de la piscina, por donde a veces también se pasean otros tipos de animales, desde iguanas hasta garzas azules. Con los cuidados y cariño de Renato y los empleados del hotel, Julián se fue recuperando, y ahora nadie lo saca de las instalaciones del Sol y Mar.
Cuando otros pelícanos se posan alrededor del área social, Julián los hecha a picotazo limpio, reclamando esta área abierta a bahía Academia como su propio y exclusivo territorio. Varios lobitos curiosos que eventualmente trepan por el muelle del Sol y Mar se llevan el susto de su vida cuando Julián, celoso, aparece por detrás de las mesas para interponerse entre ellos y la piscina. Aunque de todas formas los lobos logran de vez en cuando escabullirse, saltando con gracia en la alberca, que seguro es como juguete nuevo para estos mamíferos marinos que no se pierden de ninguna posibilidad de descubrimiento.
Y quien haya caminado por el mercado de pescado en Bahía Pelícano, de Puerto Ayora, seguro que ha podido observar el show que dan tanto pelícanos como lobos. Es como si se hubieran puesto de acuerdo. Los pelícanos esperan en fila india los restos de pescado.
Luego de que el pescador limpia un pez, el pelícano trepa a la mesa para llevarse los pedazos no deseados. Apenas agarra lo suyo, vuela y se coloca ordenadamente al final de la fila, y el siguiente pelícano entonces se sube a la mesa a llevar su parte, mientras los demás siguen a la espera, a veces empujándose y picoteándose, pero todos en relativo orden.
De vez en cuando aparece un lobo que intenta colarse; pero es difícil abrirse campo entre tanto barullo, así que al lobo le toca esperar su turno y volver a la fila. Protagonistas de poemas, cuentos, fábulas y de la vida diaria de la gente de mar, estas son solo algunas de las tantas historias de pelícanos para contar.
Fuente: La Revista

sábado, 22 de mayo de 2010

Por el Día Mundial del Árbol habrá reforestación en cerro

Una de las actividades de reforestación que efectuaron estudiantes en el bosque protector Cerro Colorado.

Por celebrarse hoy el Día Mundial del Árbol y de la Diversidad Biológica, el Municipio de Guayaquil sembrará 600 árboles en el bosque protector Cerro Colorado, a las 10:00, en el bloque 2 del Valle Los Geranios.

Dentro de esta campaña, que se inició el pasado 22 de marzo cuando se sembró una hectárea en esa área protegida y continuó con otra el 22 de abril por el Día Mundial de la Tierra, se prevé sembrar al menos 4.800 árboles durante este año.

En la labor participarán estudiantes de la Fundación Crecer y la Unidad Educativa Rumbo a la Ciencia, labor en la que contribuirán con pico y pala los miembros de la cooperativa Valle de Los Geranios y el Club de Ciclismo Ecuador Aventura. 

Al igual que en las otras dos ocasiones, durante esta actividad se reforestará una hectárea, en la que se sembrarán cinco especies forestales como guayacán, amarillo, fernán sánchez, jiguas y ceibos. 

El propósito de la siembra de estos 600 árboles es precautelar el bosque protector Cerro Colorado, que abarca unas 325 hectáreas, y que en los últimos tres años ha sufrido invasiones, en las que se han talado especies propias del bosque seco tropical, de los que solo hay un remanente de 20% en el país.

Además de esta zona, se realizan siembras en otras seis hectáreas de esa área.

En el bosque Cerro Blanco, en el kilómetro 16 de la vía a la costa, hasta mañana, de 08:00 a 16:00, se expondrá sobre el bosque seco y se obsequiará un arbolito. El costo de las entradas oscila entre 2 y 4 dólares. 

Mientras que la empresa Ecapag y la concesionaria Interagua prevén efectuar otra siembra en Cerro Colorado el 4 de junio por el Día del Medio Ambiente que se celebrará el sábado 5 de junio, en ello también colaborará el Cabildo.

La Dirección Provincial de Ambiente dictó charlas a niños y jóvenes de escuelas sobre la importancia de los árboles.

viernes, 21 de mayo de 2010

Pinta recibió nuevamente a sus antiguas huéspedes

Han pasado 38 años desde el “Solitario Jorge” dejó su tierra natal y desde ayer la isla acoge al primer grupo de tortugas híbridas.

El desembarco se lo hizo por playa Posada, pero las tortugas debieron ser liberadas varios quilómetros al interior de la isla.
El lunes 17 de mayo pasó a la historia de la ciencia en Galápagos y el mundo. Un grupo de 39 tortugas hibridas que han vivido en cautiverio por más de de 40 años, fueron puestas en libertad en la isla Pinta, para cumplir la función de herbívoro y devolver a la isla la restauración ecológica que se busca.

Desde el domingo, una cuadrilla de 30 guardaparques que cumplieron el proceso de cuarentena para poder permanecer en una isla de protección absoluta como Pinta, iniciaron el embarque de las tortugas en la lancha oceánica Sierra Negra encargada del traslado.

Tras nueve horas de viaje, las tortugas, una a una, empezaron a ser desembarcadas en Puerto Posada, una playa de arena amarilla, desde donde se iniciaría el recorrido para dejarlas en la parte alta de la isla, varios quilómetros al interior, por lo que era necesario cargar los quelonios en postas de dos guardaparques, cada cierta distancia.

Esta actividad durará cuatro días y posteriormente, cuatro estudiantes de la Universidad de SUNNY monitorearán durante dos meses, los movimientos, uso del hábitat y adaptación de las tortugas a este medio.

“Dejar en libertad estas tortugas, es un hecho histórico y de remembranza para la ciencia ecuatoriana, reflejo del trabajo con ahínco del Parque Nacional Galápagos por más de cincuenta años. Además es un ejemplo del apoyo del Gobierno Ecuatoriano a las iniciativas de conservación” dijo durante la liberación de las tortugas la Ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga.

Pinta recibió a las tortugas en un buen estado de conservación. En 2003 se erradicaron las cabras introducidas por lo que la vegetación originaria se recuperó rápidamente. Un pájaro brujo endémico de Galápagos, que posó en una roca, les dio la bienvenida.

martes, 18 de mayo de 2010

Pinzón de Darwin en peligro crítico de extinción

Una ave endémica de las Islas Galápagos llamada pinzón de árbol se encuentra amenazada de extinción por una mosca introducida a esas islas, informó el martes la Fundación Científica Charles Darwin.

En un comunicado, señaló que el ave, también conocida como pinzón de Darwin, de color gris verdoso y del tamaño de un puño, ingresó en la lista roja de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo cual significa que está en un alto riesgo de extinción.

El pinzón de Darwin se encuentra únicamente en la parte alta de la isla Floreana, en donde, de acuerdo con recientes censos, quedan menos de 2.000 individuos.

Una mosca no originaria de las islas se alimenta de la sangre de los polluelos de los pinzones y ha reducido considerablemente su tasa de reproducción, se informó.

A ello se suma el hecho de que este pinzón ha perdido grandes áreas de su hábitat, debido a la expansión de las zonas agrícolas y a que ha sido afectado por una enfermedad aviaria viral.


Isla Floreana. Foto DPNG
El pinzón de árbol ahora está junto con el pinzón de manglar, propio de la isla Isabela del archipiélago, en la lista de inminente peligro de extinción.

La fundación expresó su preocupación ante esta situación y compromete su trabajo de investigación científica para ayudar a preservar a esta especie.

Las islas Galápagos fueron designadas en 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) atendiendo a que es morada de especies animales y vegetales, terrestres y marinas, consideradas únicas en el planeta.

La fauna y flora locales sirvieron en las observaciones que el científico británico Charles Darwin hizo para desarrollar su teoría de la evolución de las especies.

En el 2007, la Unesco declaró que la denominación de patrimonio de la humanidad del archipiélago está en riesgo debido al daño que generan las especies invasoras, el turismo y la inmigración.

sábado, 15 de mayo de 2010

Tortugas restauran hábitat en Galápagos

Alrededor de 39 tortugas híbridas nacerán para restaurar parte del hábitad natural de la isla La Pinta.
EFE | Qutio
Una escuadra de 39 tortugas híbridas empezará a restaurar desde el próximo lunes parte del hábitat natural de la isla Pinta, donde nació el gigante "Solitario Jorge", un quelonio único de su especie y símbolo de la conservación en el archipiélago ecuatoriano de las Galápagos.

Un grupo de expertos liberará en la zona más alta de la isla a la escuadra de tortugas híbridas, cuya misión es restablecer la integridad ecológica propia de la zona, que se quedó sin quelonios desde 1972, cuando se rescató a "Jorge", el último de su especie.

La operación es una medida de manejo a largo plazo que busca restablecer los procesos ecológicos propios de esa isla, degradados por la masiva invasión de cabras que devastaron su flora originaria, informó el Parque Nacional Galápagos (PNG).

La flora y el ecosistema de Pinta sufrió una importante degradación por la presencia de cabras introducidas por el hombre y que se reprodujeron de forma alarmante.

Según un estudio del PNG, de tres cabras registradas en 1979, esa población subió a 40.000 hasta antes de 2003, cuando fueron erradicadas definitivamente de la isla, lo que permitió una rápida recuperación de la vegetación endémica.

Sin embargo, la restauración completa y balanceada de Pinta requiere la presencia de las tortugas, quienes cumplen el papel de "ingenieras del ecosistema" por sus hábitos alimenticios y patrones de movimiento, ya que crean espacios abiertos y ayudan a la dispersión de semillas de plantas nativas.

Lo ideal hubiese sido repoblar la isla con la especie original de tortugas, la "Geochelone abigdoni", no obstante ello no ha sido posible debido a que el único ejemplar de esa clase, "Jorge", no ha logrado tener descendencia, pese a los esfuerzos para que fertilice los huevos de hembras de otra especie similar.

Por esa razón, el PNG decidió liberar tortugas híbridas de origen desconocido, que han sido mantenidas en los centros de crianza de las islas Santa Cruz y Floreana.

Esas tortugas tienen un peso medio de entre 40 y 100 kilos y una edad aproximada de 30 a 70 años y fueron sometidas a un proceso de esterilización para evitar su reproducción en la isla Pinta, para conservar los procesos ecológicos y evolutivos del archipiélago.

El proceso de esterilización de los quelonios se realizó el año pasado, a cargo de un grupo de veterinarios estadounidenses y técnicos del Parque Nacional.

Las híbridas, además, han sido sometidas a un proceso de cuarentena, con vigilancia estrecha de su salud y alimentación, para garantizar que no trasladen semillas que podrían fijarse en la isla Pinta.

Las tortugas también llevarán dispositivos y marcas para su vigilancia por satélite y de telemetría, con el objetivo de detectar sus movimientos.

El Ministerio del Ambiente de Ecuador supervisa la operación y los avances del proyecto, que ha sido financiado por la dirección del PNG y contribuciones de organizaciones y empresas como Panaphil Foundation, Continental Airlines, Suny-ESF, el zoológico de Houston y "Galapagos Conservancy".

Esta será la primera vez que tortugas gigantes habitan la isla desde 1972, año en que se trasladó al "Solitario Jorge" desde Pinta, hasta el centro de reproducción y crianza en cautiverio en la isla Santa Cruz, donde permanece al cuidado del PNG.

Las Islas Galápagos se encuentran en el Océano Pacífico, a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador.

jueves, 13 de mayo de 2010

Galápagos controla las aguas residuales

FOTO: Archivo / El Telégrafo

Mientras más capacidad tiene una embarcación, más cantidad de aguas residuales iban a parar al área protegida de las islas.

Redacción Sociedad
sociedad@telegrafo.com.ec


Las aguas residuales de las embarcaciones que se considere que tengan un impacto negativo en el ambiente tendrán que ser tratadas bajo normativas vigentes de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés).

Con este parámetro, la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) trabaja en la instalación de sistemas de tratamiento de aguas grises y sentinas (restos de agua de cocina y aceites de máquinas) que antes iban a parar a la Reserva Marina de Galápagos (RMG).

Mario Villalta, responsable de Recursos Marinos de la DPNG, indica que el tema de los sistemas de tratamiento de aguas residuales es una normativa ambiental.

El funcionario revela que por los líquidos que evacuan las embarcaciones grandes hacia el océano, “la reserva tiene una carga contaminante un poco grande (no específica de cuánto)”.

Precisa que en vista de la cantidad de embarcaciones existentes, 84 son las que tienen patente de operación, es necesario empezar a dar ejemplo en el manejo de las aguas residuales.


“Nos vimos en la necesidad de buscar un equipamiento que cumpla con las normativas internacionales...”, precisa Villalta.


Los equipos adquiridos para este fin, según el representante de la DPNG, funcionan a base de electricidad, que es un componente necesario para el proceso.

“El agua de mar tiene la propiedad de oxidar todos los contaminantes y finalmente evacuar agua limpia (al océano), es decir, con muy poca carga de contaminantes en el caso específico de las residuales: baños, lavabos, cocina...”, sostiene Villalta.

Expresa que dependiendo del tipo de embarcación son bastantes graves los desechos. “Este sistema lo que hace es separar el combustible, los aceites, las grasas del agua, para luego volverla a un recipiente. Se evacua el agua pura y en el reservorio queda el contenido de hidrocarburos (contaminante)”.

Eso -sostiene Villalta- va a parar a tierra y se lo descarta a través del sistema de salubridad de la isla. “Esos son básicamente los procedimientos que nosotros tenemos ahora y que se están ejecutando en las embarcaciones”.

Según él, este sistema opera desde el pasado noviembre y actualmente son dos las naves que trabajan en este proceso.


FOTO: Cortesía DPNG

La implementación de estos sistemas son una normativa para conservar la Reserva Marina de Galápagos (RMG).

Las embarcaciones que están a cargo del tratamiento son las tres lanchas patrulleras oceánicas Yoshka, Sierra Negra y Guadalupe River. También está la base de control Tiburón Martillo, ubicada en la isla Wolf, al norte del Archipiélago.

Los equipos para tratar los líquidos funcionan a través de procesos de electrólisis, que consiste en emplear agua de mar y electricidad, ambas como materia prima, para la depuración de los desechos.

La inversión que ha hecho la DPNG para adquirir estos sistemas es de US$ 300.000, porque “todo lo que tiene que ver con tratamiento ambiental siempre va a tener un costo elevado”, refiere el funcionario.

La DPNG no maneja una cifra de cuántos metros cúbicos de aguas residuales se han echado a la RMG, porque, según Villalta, eso depende de la capacidad que tiene cada embarcación, principalmente las de turismo.

“Mientras más pasajeros vayan a bordo se desecha más cantidad de aguas residuales. Es importante que estos vehículos vayan teniendo algún tipo de información para que poco a poco la normativa se implemente”, indica Villalta.

Con la ejecución de esta normativa, la DPNG busca reducir al máximo los impactos que generan las operaciones de los navíos dentro de la RMG.

En mayo de 2004, la Unesco y la comunidad científica internacional alertaron al mundo del peligro que corren los océanos y mares con la contaminación de CO2.

Según el informe The Waste Magazine se revela que el tráfico de barcos en los mares y océanos es la tercera causa de contaminación marina.

Con esto coincide un estudio elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que indica que las emisiones de C02 de la flota mercante mundial alcanzan a 1.120 millones de toneladas anuales y que aumentarán un 30% hasta 2020 si no se actúa.

En el referido estudio se añade que el 80% de la contaminación por hidrocarburos proviene de actividades realizadas en tierra.

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