Retroexcavadoras y tractores que abren espacio en el bosque, cuadrillas de obreros y un flotel que sirve para oficinas y campamento. En el otro frente, más maquinaria y personal abriendo una trocha.
Ese es el panorama en el sector Edén Yuturi, a dos horas en deslizador aguas abajo por el río Napo desde Coca, en Orellana. Allí se realizan las obras para el tendido subterráneo (por debajo del afluente) del oleoducto para transportar el crudo de la zona.
Esos trabajos empezaron hace un mes y medio. Y para alojar al personal se alquiló por seis meses un flotel a Rafael Vázquez, radicado en Orellana.
La activista Esperanza Martínez en su publicación Yasuní, el tortuoso camino de Kioto a Quito, indica que en el proyecto presentado por Petroecuador en 2008 se planteó armar una conexión con el bloque 15. Se basa en el Estudio de visualización hecho por la Espe, que plantea extraer el crudo pesado del ITT y mezclarlo con el liviano del bloque Edén Yuturi y de Pañacocha para poder bombearlo. Incluye mapas que revelan que el destino final de ese petróleo será la nueva refinería del Pacífico.
Ayer en entrevista con Ecuavisa, el ex presidente ejecutivo de Petroecuador, Carlos Pareja Yanuzelly, indicó que Petroecuador adelantó un proyecto, en caso que fracasara la primera opción. Además, se formó un consorcio con las petroleras Sinopec de China, Enap de Chile y Petrobras de Brasil.
Mapa: La mayor reserva ambiental del país, rodeada de petroleras
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