lunes, 22 de noviembre de 2010

Vegetación entre volcanes y lagunas, en latente amenaza

Desde el río Napo es posible observar los volcanes Sumaco y Antisana, ambos dentro de la Reserva de Biosfera, otorgada 
únicamente a las áreas protegidas de gran valor cultural y natural.
Alexandra Ávila | SUMACO, Napo
Áreas protegidas
Se ha convertido en un laboratorio natural restringido para los apasionados de la montaña y de la investigación científica. El Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras (Pnsng), creado bajo resolución en marzo de 1994, es considerado como una de las áreas protegidas más agrestes e inexploradas de todo el Sistema de Áreas Protegidas del Ecuador. Su vegetación enmarañada, estructuras geológicas especiales, ambientes diversos y aislados y las pendientes imposibilitan todo acceso al área.

A esta región de 207.040 hectáreas la rodean volcanes como el Sumaco, Pan de Azúcar, Cerro Negro y la cordillera Galeras. Al menos tres provincias tocan a este parque: Napo, Orellana y Sucumbíos. Con climas que van desde el páramo andino a los 3.732 metros del volcán Sumaco hasta llegar al Bosque Húmedo Tropical, a 600 metros sobre el nivel del mar.

Bolívar Torres, coordinador local del Programa Gestión Sostenible de Recursos Naturales, GTZ/Gesoren, refiere que ingresar a la zona es tan complejo que llegar desde la población más cercana al volcán Sumaco puede demorar seis horas de camino y tres días para subir y bajar. Esa travesía, usando el único sendero, la han realizado en el último año en promedio cien personas que son amantes de la caminata o que buscan estudiar las especies naturales.
Dentro del Parque Nacional se han registrado 654 especies de aves, los plumíferos coloridos se destacan entre la verde y espesa vegetación.
Según el Ministerio del Ambiente, en la zona norte del Sumaco se han observado 81 especies de mamíferos; en la zona sur, 101 clases de mamíferos, 36 de reptiles y 31 de anfibios. En la parte norte de los Andes se han registrado 654 especies de aves. 

La fauna ictiológica (peces), especialmente rica por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar, principalmente, en la cuenca del río Napo, la hace una de las más diversas del mundo, con más de 470 especies.

El 10 de noviembre del 2000, la Unesco elevó al Parque Nacional Sumaco-Napo-Galeras y su zona de influencia a la categoría internacional de Reserva de Biosfera, otorgada únicamente a las áreas protegidas de gran valor cultural y natural. 
El Parque Nacional Sumaco-Napo-Galeras es una de las zonas con mayor diversidad de avifauna del país.
Esta reserva cuenta con una extensión de 901.930 ha y comprende el Parque Nacional Sumaco-Napo-Galeras, el volcán Sumaco y la cordillera de Galeras y su zona circundante. Aquí existen 7 de las 25 zonas de vida del mundo. Alrededor de esta viven cerca de 80.000 habitantes, de los cuales el 70% es de origen quichua y el 30% es mestizo, colono, según los propios estudios del Ministerio del Ambiente.

Sin embargo, las amenazas sobre este parque están latentes. El Plan de Manejo 2007-2011, elaborado por esta cartera de Estado, identificó al menos ocho problemas relevantes como la falta de directrices y políticas para manejar el ambiente, insuficiente capacidad gerencial, limitados recursos, métodos y técnicas que no incorporan la dimensión ambiental, ausencias o limitado liderazgo, entre otras. Además, el documento determinó que los recursos naturales de la Reserva de Biosfera Sumaco se ven afectados principalmente por la explotación de petróleo y la explotación minera; la expansión de la frontera agrícola y ganadera; la deforestación; la cacería y el tráfico de especies. Torres reconoce que la falta de guardaparques, la cercanía de los bloques petroleros e incluso el creciente turismo también amenazan a la zona.

Theofilos Toulkeridis, director del Centro de Geología, Vulcanología y Geodinámica de la Universidad San Francisco de Quito, explica que “estos proyectos atraen a grandes cantidades de personas y la migración es la que produce un acelerado deterioro de las condiciones ambientales locales. Lamentablemente hay muy poco control de estas actividades y el poco que hay no es bien fundado, es decir, falta una política clara de asuntos ambientales como del ordenamiento territorial”, agrega.
El coatí de montaña o cusumbo es un mamífero característico del norte de los Andes ecuatorianos, venezolanos y colombianos.
En el caso del turismo, según el plan de manejo 2007-2011, “no existe una estrategia institucional para fomentar el desarrollo del turismo comunitario favoreciendo a quienes dependen en forma directa de la presencia del parque nacional”. 

Torres calcula que entre enero y agosto de este año, con el funcionamiento de la Troncal Amazónica, aumentó el turismo entre el 20% de nacionales y el 300% de los internacionales. Desde Quito hasta la población más cercana al volcán, apenas toma dos horas y media de viaje. Con el nuevo aeropuerto de Tena esa cifra se triplicará, advierte. “Si esto no es combinado con una buena acción de ordenamiento con los gobiernos seccionales, juntas parroquiales, consejos provinciales y locales habrá graves problemas de migración, deforestación y contaminación”.

A pesar de estos problemas el apoyo de la cooperación internacional está presente en la zona. Buena parte del financiamiento proviene de un fideicomiso creado con los recursos del Canje de Deuda por Naturaleza Sumaco entre Ecuador y Alemania. Con los intereses que genera este fideicomiso manejado por el Fondo Ambiental Nacional (FAN) se financia la administración (gastos operativos, básicos) del parque. Cada año recibe $ 150.000. Con estos recursos se han contratado doce guardaparques y se han realizado proyectos de conservación, manifiesta Torres. 
Otro de los organismos que apoya la gestión de las zonas aledañas del parque es la Corporación Andina de Fomento. Mauricio Velásquez, ejecutivo principal de Medio Ambiente, contó que en este año apoyaron la publicación de 3.000 ejemplares en español e inglés de la guía Ecoruta de la zona de Sumaco. Este catálogo turístico se promociona en ferias de turismo a través de la Corpei y del propio Ministerio de Turismo. En 72 páginas la guía resume los volcanes, ríos, cascadas y lagunas que se encuentran en la ruta que atraviesa Baeza, Cosanga, Hollín, Guagua Sumaco, Pacto Sumaco en Napo.

Generar la información, comunicarla y difundirla entre las comunidades fue un proceso largo que tuvo una inversión no reembolsable de aproximadamente $ 20.000.

Para los conocedores del área es necesario que desde el Ministerio del Ambiente se desarrolle un plan real de Manejo Intercultural del Parque, se canalice el desarrollo de proyectos y programas con la comunidad, de investigación científica dirigidos en el área del parque, señalética y guías capacitados, similarmente a los de Galápagos. Esos son solo algunas de las medidas que recomiendan para cuidar ese trozo de naturaleza virgen que es el Sumaco.

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