domingo, 7 de noviembre de 2010

La salud fluye en Tesalia

La piscina temperada, recientemente construida, permite el disfrute de los 
turistas  junto al edificio donde se planea inaugurar un spa en el futuro.
El complejo de entretenimiento más tradicional de Machachi reabrió sus puertas a finales del 2008. Sus piscinas poseen cualidades curativas que atraen a los visitantes.

Una mirada de duda apunta a la superficie del agua helada. Pero ya no hay marcha atrás. Francisco Chango, de 42 años, baja la escalinata con decisión y una sonrisa contenida debido a la fría temperatura que comienza a sentir, primero, en sus pies, tobillos y  piernas. Se detiene por un par de segundos como queriendo llenarse de valentía. Y continúa con el resto del cuerpo en un remojón que, un minuto después, provoca su tiritar de dientes mientras asoma su cabeza sobre la superficie de la piscina.
La Fuente Artesiana produce un constante chorro de agua mineral.
Pero está feliz
“Nací en Machachi pero desde pequeño vivo en Quito, y ahora que vengo de visita tenía muchas ganas de bañarme en estas piscinas. El agua es fría pero agradable. Pica deliciosamente por las burbujas de los minerales que salen desde el fondo. Es como un masaje. Y el fondo de la piscina tiene piedras redondas de río que al caminar acarician los pies”, indica este visitante que llegó con sus hijos y parientes.

El tradicional complejo de piscinas de Tesalia Springs Company, en Machachi, que produce la bebida Güitig, entre otros productos, reabrió sus puertas para recibir a los viajeros atraídos por las propiedades medicinales de esta agua que emana de la tierra.
Área de juegos infantiles y, atrás, las canchas deportivas y
facilidades para que las familias disfruten de parrilladas.
Reinaldo Pérez, psicólogo social y profesor universitario de 60 años, y su esposa, Norma Muñoz, gerente de un local de materiales de construcción de 57, confían en tales beneficios terapéuticos. Llegaron desde Quito para bañarse en esta fría piscina de aguas transparentes y burbujeantes que, según han escuchado, suavizan la piel, ayudan a la circulación de la sangre y a los riñones. Pero, sobre todo, son un gran desestresante. “Así lo sentimos. Uno se mete y se olvida de todo”, señala sobre esta experiencia acompañada de un hermoso paisaje natural.

Junto a la piscina de agua fría está otra con agua temperada. Allí disfrutan varios de los quince estudiantes de turismo de la Facso, de Guayaquil. Danny Andrade (19), alumno del segundo año, es uno de ellos. “Tesalia nos invitó a este recorrido que disfrutamos inmensamente. Además de las piscinas con propiedades medicinales, hicimos una visita a la planta para conocer sobre el proceso de embotellamiento de Güitig”, indica. Karen Villacís (18), alumna del primer año, agrega: “Lo que más nos impresionó fue cómo separan el gas carbónico que sale del agua natural para proceder a purificarla. Luego le inyectan nuevamente el mismo gas natural”.
La piscina de agua mineral fría es la más tradicional de este centenario complejo.
Los recorridos por la planta están restringidos a grupos de mínimo quince personas de instituciones educativas, empresariales o turísticas, previa cita (requisito obligatorio). Tales grupos también podrán acceder a los hermosos jardines de esta industria, donde en medio de una vegetación acogedora se destaca la primera casa que utilizó el fundador de esta planta, Ricardo Fernández Salvador, quien en 1921 inició la producción y comercialización de Güitig. 

El tour incluye un recorrido por los manantiales naturales de esta agua que proviene de los deshielos y vertientes del Cotopaxi, los Illinizas, el Pasochoa y el Rumiñahui, y entre ellos el principal es una fuente cuya presión natural hace que emane un chorro de agua mineral que despunta como un burbujeante soplo de vida desde las entrañas de la tierra.
El primer chalet de los propietarios de la planta de agua
 mineral está rodeado de manantiales y jardines
.
Planes futuros
Los visitantes que llegan espontáneamente al complejo desde su apertura en junio disfrutan estrictamente del sector conformado por las dos piscinas, los juegos infantiles, las canchas de baloncesto y fútbol, y tres áreas para preparar parrilladas.

Aunque se espera que en un mes comiencen a operar dos hidromasajes (para 15 personas cada uno) y un baño turco (para 30). Esa sería la segunda fase de este megaproyecto turístico que contempla inaugurar un área de spa y, próximamente, un hotel con capacidad para 50 o 60 personas.

Así seguiría creciendo el centro turístico más importante de la zona, de manera constante, natural, alegre, atractiva, tal como desde siempre ha estado fluyendo el agua de estos manantiales.
Ingreso: $ 5, niños $ 3. 
Informes y reservas: (02) 265-5714, servicioalcliente@tesaliasprings.com

Fuente: La Revista Guayaquil, Ecuador

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