viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Que el planeta respire!, forme hogares ecológicos

Viviendas, urbanas o rurales, con grandes ventanas permiten el ingreso de luz y aire.
Texto: Gabriela Jiménez | Fotos: José Alvarado

No hay que esperar, el medio ambiente necesita que los seres humanos actúen de inmediato. Acciones de responsabilidad ambiental marcan la diferencia.

La naturaleza recibe todos los desechos que los seres humanos producen. El agua que desaparece por el desagüe después de lavar los platos, las botellas de agua que consumimos y arrojamos a la basura, las fundas en las cuales llevamos las compras del supermercado, todo lo que usamos llega a la tierra o al agua.

Y después, ¿adónde va?, a ninguna parte. Los ríos reciben la mayor parte de los desperdicios líquidos que se generan en actividades domésticas, y estos contienen residuos de jabón y grasa que afectan a las especies que viven en su interior, ocasionan menor fluidez, entre otras consecuencias.

Desde el 2006 la Hostería Ecovita Organic Camping & Farm, con el apoyo de instituciones privadas, lleva a cabo el programa de conservación ecológica Rescatemos nuestra tierra,  que tiene como misión concienciar sobre el uso de recursos naturales en las labores domésticas y está ampliando su horizonte hacia las actividades industriales.

Ricardo Salazar, gerente general de la hostería y director del proyecto ambiental, comenta que la idea surgió con el deseo de comunicar que el cuidado de los recursos puede hacerse con pequeñas acciones en el hogar y desarraigar la idea “yo tengo dinero para pagar el consumo, así que no debo preocuparme por ahorrar”, pues él enfatiza en que el cuidado no debe hacerse solo por economía sino por responsabilidad ambiental y social.

Las acciones que se pueden implementar en el hogar no representan cuantiosas sumas de dinero, al contrario, la meta es conseguir un balance.

Al reemplazar una plancha de zinc por una de plástico
 se le da un uso adicional. Es una entrada de luz.
Sea en clima cálido o frío, el vidrio es un elemento que contribuye al ahorro de energía, pues permite el ingreso de luz natural. Pero si de claridad se trata, utilizar una plancha de plástico (reemplazando al zinc) en ciertas zonas de la casa es una buena opción.
Para ahorrar agua en cada descarga, introducir botellas llenas de arena.
Bajar la válvula del inodoro significa descargar  seis o diez litros de agua, según el tamaño del tanque. En el segundo caso se ocasiona un desperdicio de líquido. Al colocar cuatro botellas (de un litro) llenas de arena dentro del tanque se ahorrarán cuatro litros, uno por botella, y no se derrochará agua.
Al final de la tubería se colocan estos recipientes caseros que filtran el agua.
En el mercado local se consiguen recipientes plásticos que actúan como trampas de grasa y se colocan entre la tubería interna y el desagüe. Lo que se consigue es  filtrar el líquido antes de que llegue a los ríos y así restar el impacto ambiental.

Otra sugerencia en la cual se enfatiza  es el uso de materiales de construcción propios de la zona. Tener en cuenta el clima y aprovechar los recursos naturales, evitando el consumo eléctrico. También es importante conocer la procedencia de la madera que se emplea, esta no debe estar en peligro de extinción. 

“Rechazar, reducir, reutilizar y reciclar son las cuatro consignas que los seres humanos conscientes del cambio climático debemos tener y fomentar. El dinero es necesario, pero si no cuidamos el planeta de nada servirá ningún esfuerzo”, indica Salazar.

Esperar y lamentarse por las consecuencias del cambio climático no es la solución. Contribuir desde la casa u oficina con pequeñas acciones, sí. 

Locación: Hostería Ecovita Organic Camping & Farm. Carretera Panamericana Sur, km 139 vía Guayaquil - Riobamba.
Teléfonos: (04) 2380423, 099085226


Fuente: La Revista Guayaquil, Ecuador

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