El llamativo saco o bolsa roja de la garganta de la fragata macho es empleado en rituales de cortejo. |
Desde Las Encantadas
Paula Tagle
“La hipótesis fue planteada en 1975 por el biólogo Amotz Zahavi y propone que la evolución de ciertas características iría en contra del principio Darwiniano de evolución”.
¿Por qué ciertas especies muestran características que son aparentemente inservibles, e incluso parecieran un obstáculo para su supervivencia? Me refiero, por ejemplo, al buche rojo e inflado de la fragata macho en época de cortejo. ¿De qué le sirve? No puede volar con semejante peso pendiendo de su garganta, es decir, está incapacitado de salir a pescar, a robar polluelos, o a perseguir aves para en el aire despojarlas de su comida. El macho permanece condenado a un arbusto por días interminables, bajo el sol, hasta que, si tiene suerte, una hembra finalmente se apiada de él y lo elige como pareja.
Este proceder extravagante, así como muchos otros, incluso humanos, se explica con el principio del handicap. La hipótesis fue planteada en 1975 por el biólogo Amotz Zahavi y propone que la evolución de ciertas características iría en contra del principio Darwiniano de evolución; en lugar de servir para la conservación del individuo, lo ponen en riesgo, pero de alguna manera le confieren ventajas en el momento de la selección sexual. Simplificando la ecuación: el principio del handicap depende de la asunción de que los que lo utilizan negocian costo a favor de beneficio de una manera creativa.
A pesar de estar sentado en el mismo arbusto por varias semanas, deshidratándose, en ayunas, el macho ha sobrevivido; el mensaje que transmite es que es tan apto que puede darse el lujo de excentricidades, es decir, un candidato perfecto para la cópula.
Con su gigantesca y colorida cola un pavo real ha logrado subsistir, a pesar de ser presa vulnerable de cualquier depredador; publica de esta manera que es un buen partido para producir saludables y bellos pavitos.
Si a pesar de fumar como loco, o de tener tatuajes que envenenan la piel, un hombre está vivo aún, anuncia que es un individuo interesante para la reproducción (o así lo entienden algunas, o asume él que ese es el mensaje que difunde con sus procederes absurdos y autodestructivos). Jared Diamond utiliza el handicap para explicar ciertos comportamientos humanos que implican alto riesgo. Son expresiones de instintos que han evolucionado a partir de este principio. Esto aclararía incluso el uso de joyas, o la invención del humor, o de los objetos de lujo.
Con carros de precios exorbitantes, o últimos modelos iPad y iPhone, el hombre anuncia que es tan óptimo proveedor como para gastar en excesos. Y a veces, mientras menos tiene, más ostenta, incluso poniendo en riesgo cosas importantes, como alimentación y salud. No en vano existe el dicho “El que carece presume”.
La señal indica calidad, porque aquellos con inferior eficacia biológica no podrían darse el lujo de caprichosos derroches.
Los comportamientos de handicap también pueden estar dirigidos a depredadores. Los saltos que ciertas gacelas hacen al momento en que detectan un león sería un buen ejemplo. El brincar delante del depredador, en lugar de salir corriendo, podría entenderse como un desperdicio de recursos. Pero si lo interpretamos a través del handicap, lo que la gacela estaría haciendo es mostrar al león que es tan rápida y fornida que puede darse el lujo de no escapar al instante. Así, con suerte y por el uso de este ingenioso mecanismo, puede ser que se salve del carnívoro que seguramente elegirá otra presa que salte menos, mostrando menos seguridad en sus propias capacidades.
Es muy interesante caminar por las islas e ir encontrando ejemplos del handicap. También es bastante seductor aplicarlo en el comportamiento humano, ya que, después de todo, el reflejo de los instintos antiguos está enraizado en nuestros más íntimos genes.